Panamá, 21 may (Prensa Latina) La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, resaltó hoy la necesidad de defender los derechos humanos para disfrutar de sociedades más justas, equitativas y abiertas al diálogo.
Durante su discurso en la inauguración del Museo de la Libertad y los Derechos Humanos, la funcionaria de Naciones Unidas reconoció que cada vez que permitimos o callamos ante la arbitrariedad o la discriminación, damos espacio a mayores abusos.
«Si esto fue clave hace 70 años, hoy cobra gran relevancia ante los retos que enfrentamos, en los discursos de segregación y de odio a las minorías, migrantes afrodescendientes y otros grupos, que exigen una reacción fuerte de los Estados y de los sectores de la sociedad civil para evitar que esa intolerancia y odio penetre y socave nuestras sociedades», dijo.
Y subrayó: «mantener la memoria, es aprender las lecciones del pasado para no estar condenados a repetir los errores y horrores que ha vivido la humanidad. Es traspasar a otras generaciones el valor del diálogo y el respeto por otros.
«Es mantener siempre en alto las banderas de la dignidad inherente a todo ser humano para vivir una vida justa e igualitaria, donde puedan desarrollar sus sueños y esperanzas, y construir una vida libre, valiosa y sin discriminación», acotó.
Bachelet también se refirió a los avances, desafíos y retrocesos que aún persiste en el acuerdo político de los derechos humanos y el de las mujeres.
Recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue una respuesta de la humanidad a los horrores de las guerras mundiales, a las experiencias de odio y opresión vividas allí.
Por su parte, el mandatario Juan Carlos Varela aseguró que en las salas del Museo de la Democracia, las futuras generaciones de panameños podrán comprender los retazos de la historia del país, que les permitirá respetar la memoria colectiva que construye día a día el ser nacional.
Recordó que el inmueble no solo recogerá el avance de Panamá en esta materia, sino también los obstáculos y desafíos enfrentados y los que todavía siguen presente en el camino hacia el perfeccionamiento de un país libre y democrático, donde el respeto a la diversidad y a los derechos inherentes de cada ser humano sea una práctica cotidiana.